Zynap levanta €6M más: los entresijos de cómo llegar al millón de ARR en seis meses y en ciberseguridad
BRIEFING: Creada por el fundador de Blueliv (vendida por decenas de millones), busca triplicar ventas para cerrar una ronda internacional en 2026. A esta 'seed' acuden socios actuales, Kibo y K Fund.
Daniel Solís y su equipo llegaron al mercado con su plataforma de ciberseguridad apoyada en IA a mediados de este año. En seis meses Zynap acaricia el millón de ingresos anualizados (ARR) y mira a Estados Unidos como uno de sus objetivos a medio plazo. Había dos opciones: levantar una ‘Series A’ rápida o ejecutar una ronda interna puente con sus socios actuales para hacer esa ampliación más grande a finales del año próximo con mayores números. Optaron por esta segunda.
Acaba de anunciar una ronda interna de 6 millones con sus dos socios españoles, Kibo Ventures y K Fund, que ya aportaron los 5,7 millones de euros captados justo hace ahora un año. El objetivo es triplicar ese ingreso anualizado para llegar con posición de fuerza a la operación con un fondo internacional.
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Las claves de la historia
€6M levantados en una ronda ‘seed’ continuación de la levantada hace un año de €5,7M. Acuden Kibo Ventures y K Fund.
La compañía quiere acercarse a los €3M de ARR para negociar la ronda internacional que le permita poner pica en Estados Unidos (para lo que está apoyándose en Pedro Castillo, fundador de Devo y Onum y accionista).
Daniel Solís, fundador de Zynap, es el creador de Blueliv, empresa de ciberseguridad vendida por decenas de millones de euros a una compañía nórdica en 2021.
Los orígenes: seis meses en la cueva
Solís fundó Blueliv, que fue vendida por decenas de millones de euros a la compañía sueca Outpost24. La compañía la creó cuando la IA generativa aún no estaba ni en el horizonte. Para él y el equipo fue un life changing de manual. Pero después de los dos años de acuerdo de ‘no competencia’ desde que salió de la compradora quería volver al barro de emprender.
El objetivo era apoyarse en la IA para crear una plataforma proactiva para proteger a las empresas de las ciberamenazas y automatizar muchos de los trabajos en las empresas. “Todos están centrados en hacer alertas, que es totalmente determinístico; nosotros somos preventivos; cogemos el cibercrimen, lo estudiamos, copiamos las técnicas y las aplicamos preventivamente”, apunta Solís, en una entrevista con Ecotechers.
Su historial le permitió levantar casi 6 millones sin producto, en diciembre de 2024. Kibo Ventures, que había tenido un papel relevante, y K Fund aportaron el grueso y también se sumaron nombres relevantes como el de Pedro Castillo, cofundador del unicornio Devo y creador de Onum (vendida por hasta 350 millones de dólares a Crowdstrike, como avanzamos en Ecotechers).
Desde esa pre-seed a mediados de año entraron en la cueva para desarrollar el producto. Y fue en junio cuando salieron al mercado. Según sus propias cifras, más del 90% de las pruebas de concepto fueron bien recibidas. Y eso se tradujo en las primeras ventas. Ellos no incluyen esas pruebas o proyectos piloto en los ingresos. Tienen contratos anuales o plurianuales con pagos en el inicio. “Es algo que nos fue bien en el pasado”, explica.
El primer millón de ARR
Organizan sus clientes tipo en tres bandas: las grandes corporaciones, otras más pequeñas y lo que se conoce como MSSPs (proveedores de servicios de seguridad gestionados para terceros, entre los que están telecos, tecnológicas…) y, por último, firmas más locales. Todas se pueden enmarcar en la categoría de ‘gran cuenta’. Arrancaron con Caixabank en España y luego han ido ampliando a MSSPs (Telefónica, Deloitte…) Ellos les ayudan porque son una capa que conecta a todas las herramientas y esas compañías les ayudan a tener más capilaridad en ventas sin tener que desplegar grandes equipos propios.
Tal y como reconocen Solís y Oriol Agustí, cofundador y responsable financiero, cuando llegaron las primeras ventas los fondos de capital riesgo internacional ya se acercaron con interés. Y ahí fue cuando se planteó la posibilidad de cerrar una ‘Series A’ ahora o posponerla con un puente. “Es una decisión de estrategia y de lealtad”, apunta. De estrategia porque tenía más sentido llegar a ese siguiente escalón con más cifras de ventas. Y de lealtad, porque querían mantener con peso a los españoles, especialmente a Kibo Ventures, “que es un VC muy bueno en ciberseguridad, creo que el mejor de Europa actualmente”.
Pese a todo esta segunda ronda, aunque ha sido interna, sí que ha marcado valoración y es significativamente superior a la anterior. Desde la compañía optan por no aportar cifras. Estos 6 millones irán destinados a preparar el terreno para la expansión internacional más fuerte, con Estados Unidos entre ceja y ceja, y reforzar el equipo.
La plantilla hoy supera los 40 trabajadores y el objetivo es sumar una treintena más para llegar a las 70 a finales de 2026. Una parte significativa del equipo procede de Blueliv, lo que ha permitido acelerar más los plazos en el desarrollo del producto, además de la IA. “Si no vas al mercado y te avergüenzas de tu producto, llegas tarde”, apunta.
3 millones y con EEUU en la cabeza
Ese triplicado de las ventas al que aspiran en los próximos trimestres se tiene que dar en un mercado en el que debe batallar con compañías que han levantado decenas o centenares de millones de euros. El solapamiento es relativo con algunos de ellos, pues el enfoque puede ser diferente y la complementariedad existe. Pero la realidad es que acaban peleando por el presupuesto de las compañías por estos servicios de ciberseguridad.
El CEO de Zynap señala la americana 7AI, que acaba de captar 130 millones de dólares con Index y otros; la israelí Torq (que ha levantado casi 200 millones de dólares desde su fundación); la europea Mindflow, que captó 5 millones hace un año; o la francesa Qevlar. La clave será el ‘go to market’.
La expansión internacional será en Europa y Latinoamérica, pero sobre todo en Estados Unidos. Esta es una particular ‘obsesión’ del equipo, que viene de la etapa de Blueliv. En ese proyecto se llegó a tener tres grandes clientes, como JP Morgan y otros, pero nunca desarrollaron la empresa completamente en el país.
“Es un mercado muy complicado y trabajarlo cuesta mucho, pero si llegas a hacer bien allí un mercado mediano (middle market), esto posiciona a la empresa en otro nivel”, apunta. Se están apoyando en el conocimiento de Pedro Castillo que lo ha hecho en varias ocasiones, poniendo el foco al principio en Boston y en la costa este. También van a intentar exprimir su red de ‘advisors’ allí para intentar construir una primera cartera de clientes y posteriormente ya construir una oficina y una presencia más permanente.



